martes, 2 de julio de 2013

Cafés, Fondas, Boliches y Bodegones en Boedo

San Juan y Boedo antiguo… ¿Quién no escuchó alguna vez esa frase eminentemente tanguera? Pero la esquina de marras no era un enclave ciudadano típico hace más de cien años. Al contrario, hoy nos vamos a ocupar del que fuera  un barrio periférico y suburbano hasta la década de 1890, ya que la Av. Boedo (bautizada así en 1882) era el límite sudoeste de  la ciudad,  pasado  el  cual  se  ingresaba  al Municipio de San  José  de  Flores.  Un  hito  del progreso y la comunicación se dio en 1891 con  la  llegada de los vehículos tranviarios, lo que generó un rápido desarrollo urbanístico y comercial dentro del vecindario. En 1897 corre el primer tranvía eléctrico en Buenos Aires, y  el 5 de Diciembre de ese año llega a Boedo la empresa "La Capital" que unía San Juan y Entre Ríos con Plaza Flores. Así, para 1900, existían líneas que conectaban con Plaza de Mayo, Parque Patricios, Mataderos y Pompeya. En ese contexto, no es de extrañar la inmediata proliferación de locales del tipo que nos interesan en este blog. Los primeros antecedentes  de  reductos  gastronómicos  (o,  al  menos,  con  servicio gastronómico) son los reñideros "Del Vasco" (Independencia y Boedo), de Pepe Brenta (Boedo y México) y de Pepe Cuitiño, así como la Glorieta Don Luis (Boedo 1063). Una crónica de 1908 menciona a los siguientes cafés: Bareto (Carlos Calvo e/ Mármol y Muñiz), Don Vicente (San Juan e/ Colombres y Castro Barros) y Olimpo (Av. La Plata y Avelino Díaz)


No obstante la existencia segura de fondas y bodegones por aquellos años, el perfil barrial se vio siempre dominado por un ambiente de bohemia asociada a la poesía y el tango. Por algo fue llamada, en sus mejores épocas, la  "Florida del Arrabal" o "Av. De Mayo del Arrabal". Allí se dieron todas las combinaciones posibles entre la gastronomía y semejantes actividades del intelecto: bares con peña literaria, cafés con biblioteca y otros ensambles por el estilo, que tuvieron una vida extendida durante la primera mitad del siglo XX. Si debemos reseñar a los más importantes, nos quedamos con los siguientes: 

- Del Aeroplano (San Juan y Boedo esquina NO). Inaugurado en 1927, lo cual hace posible que su nombre sea un homenaje al "Spirit of St. Louis" de Charles Lindberg. Cambió  la  denominación  a "Nippon" en 1935, a "Canadian" en  1947  y  a "Esquina Homero Manzi" en la década de 1960.  Tuvo gran importancia como inspiración de tangos, ya que varios de esos cultores, como el propio Homero Manzi, fueron sus clientes. También funcionaron allí peñas literarias y en sus mesas se sentó Roberto Arlt.
- El Japonés (Boedo 873). Otro café y bar de gran importancia en el tango y la literatura. En él se dieron cita Filiberto, Arlt, Yunque y Tiempo, entre otros.
- El Dante (Boedo 745). Bar históricamente asociado al club San Lorenzo de Almagro, ya que en el local se reunían socios, jugadores y directivos. Hubo tangos alusivos como "Café Dante" y "El Ciclón".
- El Atlántico, luego Biarritz (Boedo 868, hoy Banco Ciudad). Fue lugar de encuentro de artistas plásticos y poetas. Allí funcionó la peña "Pacha Camac".
- El Río de Oro, luego Alabama (Boedo y Carlos Calvo) Café tanguero hasta hace pocos años, cuando fue completamente reformulado.
Otros recordados han sido el Almacén de Posse (San Juan y Boedo esquina SE), El Capuccino (Carlos Calvo casi Boedo), Gran Boedo (Boedo 819),  Los 20 Billares (Boedo 787) y Munich.


A pesar del paso de los años, la zona continúa conservando buena parte del espíritu que dio origen a tantos sitios legendarios. Hoy existen numerosas alternativas en materia de bares, cafés tangueros, pizzerías y restaurantes, como Esquina  Homero Manzi (San Juan y Boedo) o Pan y Arte (Boedo 878), entre otros, que mantienen bien en alto el estandarte de la gastronomía y la cultura. Dos cuestiones que, para Boedo, forman parte de su historia más entrañable.


1 comentario:

  1. Hola soy el nieto del japonés propietario del cafe el japones que existio en avenida boedo 873. Muy honrado que recuerden a mi abuelo: se llamaba Motokichi Yamagata y el apellido quedo registrado en Argentina como Yamakata. Escribi un libro que cuenta la historia del japones de Boedo que se llama ¨samurais en occidente¨ y puede ser hallado en internet. He llamado a la Junta de Estudios Historicos de Boedo y me queda pendiente visitarlos. Honrado de que en el barrio se acuerden del cafe de mi abuelo, me siento un vecino de Boedo honorario. Cualquier consulta estoy en mi mail ryamakata@hotmail.com Cordiales saludos Roberto Yamakata

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