miércoles, 11 de enero de 2012

Historia de los toscanos Regia Italiana 1

No obstante el desarrollo que llegó a tener la industria nacional de tabacos puros en las últimas décadas del siglo XIX, la importación de cigarros fue siempre muy fuerte en nuestro país, con una gran diversidad de tipos y procedencias. Uno de los productos de mayor aceptación era el toscano italiano, sumamente apreciado y requerido por la gran colectividad peninsular radicada en estas latitudes. En Italia el estado intervenía cada vez más fuertemente en la creciente actividad tabacalera. Hacia comienzos del siglo XX, una marca de toscanos controlada por el gobierno italiano comenzó a hacerse muy popular en los mercados de ultramar: se trataba de Regia Italiana (1), que rápidamente se difundió en nuestro país como en distintos puntos de Europa y América. Una antigua publicidad gráfica de carácter internacional muestra un orgulloso toscano de la escudería en cuestión junto con las banderas de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.


Existen numerosos registros sobre la celebridad del toscano en la Argentina de ese tiempo (2), tanto de producción nacional como extranjera. Al parecer, los Regia Italiana tuvieron varios introductores en las primeras décadas del siglo XX, tal como lo indica una tarjeta postal de 1915 que nos da cuenta de cierta novedad al respecto (3), según la siguiente leyenda: "desde la fecha llevarán una nueva estampilla tricolor con los colores de la bandera italiana, la leyenda Regia Italiana - Roma y facsimile (sic) de la firma Ernesto A Bunge y J Born. Reproducimos copia de esta nueva estampilla cuyo uso exclusivo nos ha sido concedido por decreto de fecha Julio 17 -1915 y la cual ofrece la mejor garantía para el consumidor que desea fumar un producto genuino, importado de Italia y producido por la Regia Italiana".


Mientras tanto, el estado de la península apuntaba a capitalizar el éxito de sus tabacos mediante el control total del sector. En 1927 se crea el Monopolio di Stato para el tabaco junto con una empresa llamada ATI (Azienda Tabacchi Italiani), encargada de fabricar, promocionar y comercializar las manufacturas finales en el exterior. Una de las acciones inmediatas de la ATI fue crear sedes en los principales destinos, y la Argentina se contó entre las primeras. En 1928 abrió sus puertas en Buenos Aires la localmente denominada SATI (Societá Anónima del Tabacchi Italiani) en un local y depósito de la calle Alberti 40. Desde allí se controlaba la importación y venta en nuestro país no sólo de los toscanos genuinos, sino también de diversas marcas de cigarrillos producidas por la casa central del Viejo Mundo, como Macedonia, Rigoletto y Uso Egiziano.


La demanda siempre creciente impulsó a la SATI a extender sus negocios con una incipiente fabricación propia de toscanos y cigarrillos que desde entonces mantuvieron  una característica que los hizo inconfundibles: una parte del tabaco era importado y otra parte nacional. Pero las instalaciones de Alberti pronto fueron insuficientes para los ambiciosos planes de la empresa. Había que crecer en el mercado de cigarrillos y salir a competir en el de toscanos contra el formidable rival que representaban los Avanti de la CIBA. Por eso, a comienzos de la década del treinta la SATI adquiere una manzana entera en el entonces suburbio capitalino del barrio de Villa Real, comprendida por las calles José Pedro Varela, Moliere, Ramón Lista y Virgilio. El 9 de Abril de 1933 se abre la nueva planta: un enorme edificio de 6500 metros cuadrados donde realizan su labor 1300 operarios. Para dirigir industrial y comercialmente el negocio, ya con otra envergadura, arribaron desde Italia los experimentados tabacaleros Guido Mazzoni, José Cavazzoli y Antonio Brandolino.


Así llegamos a mediados del recordado decenio de 1930 con una "guerra" en puerta: los Regia Italiana que vienen a disputar el trono de los Avanti, hasta entonces incuestionable. Los años sucesivos fueron testigos de esa dura competencia, de la que daremos cuenta en una próxima entrada...

                                                            CONTINUARÁ...

 Notas:

(1) Regia se pronuncia reyía y significa dirección en el sentido de dirigir, controlar.
(2) Desde la década de 1880 y hasta 1920, cuando Avanti y Regia Italiana captaron todo el mercado, hubo una incierta pero indudablemente real existencia de pequeñas fábricas de toscanos. Exceptuando a "La Virginia", mencionada por Juan Domenech, y a "Flor de Mayo" de la ciudad de Rosario (de la que nos ocuparemos en el futuro), no tengo otras referencias certeras al respecto, pero las estoy buscando.
(3) En ese entonces se estilaba colocar publicidad en el reverso de las tarjetas postales.

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