viernes, 4 de noviembre de 2011

La edad de oro de los puros argentinos 2

Continuando con el análisis de la historia en esa época situada cronológicamente entre 1880 y 1890, cuando la industria argentina de puros estaba en su apogeo, salta a la vista no solamente la cantidad de establecimientos del ramo y su envergadura, sino también la jerarquía de su producción en cuanto a variedad, calidad y precios. Había entonces una oferta generosa de cigarros nacionales, desde las imitaciones habanas hasta los toscanos, pasando por puros que emulaban a los holandeses, españoles y demás, hechos con tabacos en rama tanto importados como argentinos.
Sin perder la correlación del relato de Juan Domenech en su Historia del tabaco, el autor continúa recordando a "La Manufacturera Argentina de Tabacos", sociedad anónima que estaba situada en Buen Orden (hoy Bernardo de Irigoyen) entre Venezuela y Méjico; gran fábrica de la que era gerente el conocido industrial don Julio Nogués, daba ocupación a no menos de 600 operarios cigarreros de hoja. "La Bella Porteña", de don José Varela, se dedicaba a cigarros de diversas calidades, dando ocupación a unos 400 obreros."
"Manufactura Rivadavia" del señor Prando (1) casa importante que explotaba la marca de su nombre, que fue de gran consumo, daba trabajo a no menos de 500 operarios. "La Balanza", de Antonio Alfonsín, situada en la esquina de Buen Orden y Alsina, fabricaba exclusivamente cigarros y vendía ramas, ocupaba a unos 50 operarios."

"Martín Fierro", famosa manufactura de don Eliseo Pineda (2), con local propio en la calle Sarmiento 1346, ocupaba a no menos de 200 obreros de cigarros finos y de tipos medianos; fábrica que inició el trabajo a domicilio dando así ocupación a muchas decenas de obreros a los que compraba su producción casera. "La Proveedora" era la mayor casa del país en tabacos elaborados; además de sus picados y cigarrillos famosos La Proveedora N°1 y N°2 fabricaba cigarros de hoja, ocupando varios cientos de obreros y obreras; esta casa ocupaba el actual gran edificio de Bartolomé Mitre y Carlos Pellegrini."
"Antonio Peco, conocido fabricante de damitas, rabillos y productos de pacotilla daba trabajo a no menos de 40 o 50 obreros. "La Comercial", de don José María Suárez, situada en la calle Lima 1170, cigarrería por mayor y fábrica de cigarros, donde regularmente trabajaban 70 u 80 obreros. "La Luz de la Esperanza", de don Antonio Domínguez, situada en la calle Chile al 1300, de elaboración mediana, ocupaba a unos 40 o 50 obreros y se caracterizaba por ser una especie de escuela del oficio; allí fui a aprender a liar cigarros cuando apenas tenía 11 años (3); de esta casa salían anualmente más de 200 obreros que luego trabajaban en diversas fábricas."

"La Meridiana", de Eusebio San Marco, modesta casa que producía imitaciones holandesas y hamburguesas, situada en Matheu 52, ocupaba regularmente a unos 40 o 50 obreros."
La larga lista de establecimientos reseñados por Domenech no se agota en los mencionados, y la continuaremos en una entrada posterior, para luego dedicarnos de lleno, en una última parte, a las causas que produjeron el derrumbe de tan próspera industria durante las primeras décadas del siglo XX. Y una vez más cabe sorprenderse por la dimensión de la actividad en esos años, dado que los establecimientos más "modestos" contaban con no menos de una cincuentena de trabajadores. ¿Quién puede imaginar tal cosa hoy en día?

                                                                    CONTINUARÁ...

Notas:

(1) Hace poco tiempo encontré, en un sitio de remates de Internet no muy conocido, cierta oferta por una vieja caja de madera (vacía, desde ya) de cigarros Rivadavia. Por supuesto, y muy a mi pesar, el artículo había sido vendido hacía bastante tiempo. La imagen que ilustraba esa venta era muy pequeña, pero igualmente la salvé y guardé para este blog y la pongo aquí a título de curiosidad. No tengo la certeza de su antigüedad, pero es bastante razonable ubicarla a fines del siglo XIX o principios del XX. Los cigarros Rivadavia aparecen también en un libro contable de stock de artículos para los coches comedores del Ferrocarril del Sud del año 1898, del que ya nos ocuparemos próximamante (aquello de "atar cabos sueltos...")
(2) Hay un interesante catálogo de fabricantes argentinos de cigarrilos desde 1885 hasta hoy en la web del CPCCA (Cigarette Pack Collectors Club of Argentina). Allí se observan varios de los nombres mencionados por Domenech, ya que numerosos establecimientos elaboraban tanto puros como cigarrillos. También allí se puede seguir la evolución de ciertas marcas y empresas a través de los años. El enlace es el siguiente: http://www.cpcca.com.ar/cma/fab/FAB.HTM
(3) Exactamente el año 1893.

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